OBESIDAD: causas y efectos.
El 4 de marzo se celebra el Día Mundial de la Obesidad. La celebración de este día se estableció en el año 2015, impulsado por la Federación Internacional de la Obesidad (World Obesity Federation).
Que una enfermedad como la obesidad haya necesitado una mención especial en el calendario, pone de manifiesto el grave problema que supone esta en nuestra sociedad actual, y es que, sólo en nuestro país, un 25% de la población es obesa. Lejos de tratarse de un problema estético, la obesidad se ha transformado en una pandemia silenciosa difícil de gestionar.
A priori podría parecer sencillo abordar este problema. Bastaría con ingerir menos calorías de las que consume diariamente nuestro cuerpo. Sin embargo, esta visión es demasiado simple y para luchar contra la obesidad y ponerle freno, debemos afrontar todas sus causas.
Una de las principales causas de la obesidad es la ansiedad que producen determinadas situaciones en las personas. Por ejemplo, dejar de fumar, o los tratamientos con antidepresivos o tranquilizantes, favorecen el aumento de peso. La estabilidad y el bienestar emocional están íntimamente relacionados con la obesidad.
Por supuesto, el paso del tiempo y la edad contribuyen también a ganar esos kilos de más y, conforme va avanzando nuestra vida, se vuelve más necesario mantener unos buenos hábitos alimenticios y de actividad física que ayuden a mantener la báscula a raya. Por esa misma razón es importante abordar este problema cuanto antes, porque los tratamientos serán más llevaderos, el cuerpo reaccionará mejor a ellos y las consecuencias que padecer serán menores.
Alteraciones hormonales, como como el hipotiroidismo o el síndrome de Crushing, así como problemas metabólicos o la predisposición genética son también algunas de las causas de la obesidad.
Lo cierto es que, en líneas generales, diríamos que la obesidad es la consecuencia de unos malos hábitos alimenticios y de una mala relación con la comida y con nuestro cuerpo. Pero como si de un iceberg se tratase, sólo podemos ver la punta, es decir, los kilos de más que arrastra el cuerpo. No obstante, para sanar esa obesidad hay que hacerlo desde abajo, sumergirnos bajo el mar y ver todo lo que esconde el iceberg. Es por ello que en los últimos años, y cada vez más, se ha extendido la idea de abordar la obesidad desde un punto de vista multidisciplinar. Tan importante es que un profesional elabore una dieta adecuada, que ayude en la reducción de ingesta calórica del paciente, como que ese mismo paciente sane o aprenda a gestionar las emociones que le han llevado a esa situación y reconduzca sus hábitos de vida.
Si no se lucha contra la obesidad, si no se trabaja en ello, las consecuencias pueden ser nefastas. Por un lado, la obesidad es la causa de muchas enfermedades asociadas, que a veces pueden tardar en dar la cara, pero cuando lo hacen, generan grandes problemas. Serían algunas como la diabetes tipo 2, la hipertensión, o incluso el cáncer de colon, entre otros. Cualquier patología que se sufra, aumenta su complicación si se trata de un paciente obeso.
Además de las enfermedades, la obesidad tiene también otros efectos en el día a día que merman la calidad de vida de las personas. Según el grado en el que esté, la persona obesa se verá limitada en muchas actividades que no deberían ser limitantes, como subir una escalera, dar un paseo sin fatigarse, sentir dolor de huesos o músculos a causa de la sobrecarga que estos sufren.
Uno de los peores efectos de la obesidad es el lastre que esta supone para la autoestima. Lamentablemente, en la gran mayoría de casos, las personas que padecen obesidad terminan cambiando su carácter, su seguridad en sí mismos y su amor propio, y tienen que lidiar en su día a día con situaciones muy dolorosas que pueden ser determinantes. Y como si de un círculo vicioso se tratase, ese dolor emocional que es provocado por la obesidad, pasa de nuevo a ser causa para seguir manteniendo esa mala relación con la comida. Es por esto mismo que resulta fundamental, como mencionábamos antes, no olvidar la parte psicológica en el tratamiento contra la obesidad.
Tal y como promueve el Día Mundial de la Obesidad, apoyemos a todas esas personas y todas esas causas que incentiven y estimulen a erradicar esta pandemia silenciosa que tanto sufrimiento lleva detrás.
Si necesitas nuestra ayuda, no dudes en contactarnos. Desde Optimal DAP estaremos encantados de seguir contribuyendo a mejorar las vidas de muchos pacientes que han decidido apostar por vivir con otra calidad de vida.