¿Por qué debemos evitar los fritos?
Para tener una buena alimentación lo más sana posible, lo mejor es consumir los productos frescos y utilizar métodos de cocción saludables que nos permita nutrirnos de manera óptima evitando así los fritos, una manera de consumo poco beneficiosa por los problemas que conlleva.
¿Por qué debemos evitar los fritos?
- Para empezar por su alto nivel calórico. Al rebozar y freír los alimentos aumentamos su grasas y esto contribuye a que suba el colesterol y favorezca el sobrepeso y los problemas cardiovasculares.
- Otro problema es que cuanto más frito consumimos, más acrilamida ingerimos. Es una sustancia cancerígena en frituras y tostadas que se produce al calentar los alimentos a temperaturas muy altas. Por eso hay que tener mucho cuidado, es mejor que quede más blanquecino y menos dorado que quemado.
- Los productos rebozados que venden en los supermercados suelen ser poco saludables debido a las bajas calidades de los mismos. Es mejor coger un filete de pollo y que lo reboces tú en casa de manera natural a que lo compres hecho porque la calidad de los alimentos suele ser bastante baja y en muchas ocasiones no sabemos la procedencia.
- El consumo de fritos de vez en cuando y de manera moderada no es un problema, el problema viene cuando es algo habitual en nuestra alimentación, sobre todo en la de los niños que tendemos a empanar todo… Hay que tener cuidado por los problemas que pueden desarrollar a largo plazo.
Consejos en su consumo esporádico
- A la hora de consumir alguna fritura, es mejor que sea en casa que en la calle porque no sabemos la calidad del producto ni en el aceite en el cual se ha cocinado.
- Otro de los puntos importantes a seguir es que es importante que los alimentos no sobrepasen más de la temperatura indicada de 170 grados, que es cuando es más probable que aparezca la acrilamida.
- Para que la fritura salga lo mejor posible se debe de mantener la temperatura constante y en cuando se vea que ya tiene un tono doradito, sacarlo, evitando los tonos más marrones. Hay que vigilar que no pase mucho tiempo, así eviaremos que se nos queme.
